30 septiembre 2005

Otro cuento...no tan cuento.

Cualquier semejanza con la realidad, NO es pura coincidencia


Tenías un buen pasar, en un país dificil.
Corría la decada del ochenta y cuando todo parecía que volvería a resurgír después de la larga noche,..todo siguió igual para los pobres de tu ciudad.
Esta bien,.. no tenían que esconderse como antes. Pero irse a la cama con una taza de mate cocido siguió siendo una costumbre. Jodída, y a la que uno no termina de acostumbrarse.
Tus hijos te llevaron de la mano. Al revés que a casi todos. Conociste a los scouts.
Pero vos conocías también a aquellos chicos que ni a los scouts iban.
Te gusto ese lugar distínto a todo lo que conocías hasta ahora.
Te fuiste metiendo cada vez más adentro.
Sabías que en tu ciudad, todos los años la diarrea se llevaba a uno dos pibes...
Mientras conocías los campamentos, los fogones, te contaban aventuras....
Las Naciones Unidas tenían un plan que había dado resultado en otros lugares.
Mientras, conocías las canciones y la alegría de esos jóvenes.
En Santa Fé, todos los años se moría un pibe por lo menos.
Mientras tanto te enganchaban y te ponían un pañuelo al cuello.
Y empezaste a pensar que esto valía la pena.
Casi no te diste cuenta y estabás hasta el cuello en un Movimiento atrapante.
Estabas rodeada de jóvenes.
Los fines de semana se te hacían cortos y las semanas largas.
MIentras tanto.. no había muchos que en tu ciudad se ocuparan de los pibes de los barrios pobres.
Y la idea surgió.... No se sabe bien como ni de quien, pero vos te entusiasmaste.
Y hacía falta alguien como vos para entusiasmar a más gente.
Y después entusiasmaste a esos pibes que ya te rodeaban todos los fines de semana.
Si el plan de las Naciones Unidas dió resultado en otros lados, porque no daría resultado en tu ciudad?
Y se empezaron a mover los pibes y los grandes que llevaban pañuelo al cuello.
Y los lobatos fueron a las radios y contaron lo que habían empezado a hacer sus hermanos mayores.
Y los scouts más grandes empezaron a tocar timbres en las casas más pobres,
Y la gente de tu ciudad conoció unos sobrecitos que tenían unas sales que servían para que la diarrea no se lleve más pibes. Sales de Rehidratación Oral se les decía.
Y las madres aprendieron junto con los scouts y los médicos de las barriadas más pobres a controlar talla y peso de los pibes.
Mucho calor, mucho laburo, muchas horas.
Y... ese año en tu ciudad la diarrea pasó sin llevarse a ningún pibe.
Que emoción, que momento.
Desde hace añares en Santa Fé no pasaba el verano sin llevarse algúnos pibes.
Sentíste satisfacción, sentiste alegría, le agradeciste al "Barba" la posibilidad que te había dado de ser tan útil a los tuyos. Porque si bien lo hicieron todos, sin vos, tu empuje y tu entusiasmo, todo hubiera sido muy dificil.
A la vez, en todo este laburo cuantas facturas te quedaron archivadas, cuantos mangos de tu bolsillo, cuantas horas le sacaste a tu laburo y a tu descanso.
Pero el tiempo pasó, ahora las piernas dijeron basta, aunque le siguen dando pelea a la enfermedad.
Pero esa pelea no puede aguantar un round de 5 horas en bondi.

Pero cómo llegar a Buenos Aires, donde tus hermanos te pusieron en un lugar que si bien merecés y en el que te necesitan, también te complica la vida bastante. Pero cómo decirles que no a aquellos que un día te colgaron un pañuelo y que te sirvió tanto para pelearte con la injusticia cuando las piernas te obedecían.

Y te animaste y te venís en avión que te pagan porque de otra manera sería imposible, cuando las piernas te dan un respiro y cuando no te lo dan también.

Pero bueno ahora, hay quienes empezaron a cuestionar tus pasajes,
Por un momento pensaste que sería mucho más sano para vos y tus piernas la tranquilidad de los fines de semana en tu ciudad.
Quedate tranquila que si todos te conocieran un poco más sabrían que 1000 pasajes de avión son muy baratos si como contrapartida, seguís ocupando un lugar entre nosotros.

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