Con la aparición de grupos de dirigentes autoconvocados que se preocupan por el devenir institucional. ¿Habrá terminado la etapa de apatía que estabamos viviendo?
Las discusiones de Palacio
Cuando comenzó esta Asociación se cometieron varios errores, logicamente que muchos son disculpables porque se tuvo que enfrentar el desafío sin precedentes de administrar una Asociación bastante más grande que las dos anteriores, además de tener que conjugarse estilos muy distíntos de proceder, esto dicho sin juzgar calidades. Pero el principal error fue que todo se resolvía en Palacio, es decir entre las históricas paredes que hoy esperan la bandera roja. La necesidad de conjugar estilos y alcanzar acuerdos en la cúpula hizo olvidar o posponer el encuentro con los que desempeñaban su vida scout sin pasar por Libertad.
Esta impronta marcó las dos primeras presidencias, que si bien mostraban estilos muy distíntos, podría decirse que cometieron el mismo error.
Ninguno de los dos abandonó los entuertos de cúpula para relacionarse más estrechamente con la dirigencia de base. No quisieron, no supieron o no pudieron arrimarse al mundo real de los distritos y los grupos. A medida que se superaron las divergencias propias de los distíntos origenes, surgieron nuevas afinidades que ya no representaban tanto a las dos ex, sino a visiones distíntas sobre el Movimiento, la sociedad, la función del dirigente voluntario y el cómo gestionar la Asociación.
La NCO sugió como una expresión de uno de esos estilos, pero si en algo le erró el vizcachazo la gente de la NCO, fue en que su interesante propuesta del principio, al verse resistida por quienes formaban un grupo similar pero no explicito, se defendió encerrándose en cada vez menor cantidad de gente. Otra vez las correrías de palacio hicieron olvidar que la propuesta para ser válida debe ser construída por la mayor cantidad de gente posible.
Cuando comenzó esta Asociación se cometieron varios errores, logicamente que muchos son disculpables porque se tuvo que enfrentar el desafío sin precedentes de administrar una Asociación bastante más grande que las dos anteriores, además de tener que conjugarse estilos muy distíntos de proceder, esto dicho sin juzgar calidades. Pero el principal error fue que todo se resolvía en Palacio, es decir entre las históricas paredes que hoy esperan la bandera roja. La necesidad de conjugar estilos y alcanzar acuerdos en la cúpula hizo olvidar o posponer el encuentro con los que desempeñaban su vida scout sin pasar por Libertad.
Esta impronta marcó las dos primeras presidencias, que si bien mostraban estilos muy distíntos, podría decirse que cometieron el mismo error.
Ninguno de los dos abandonó los entuertos de cúpula para relacionarse más estrechamente con la dirigencia de base. No quisieron, no supieron o no pudieron arrimarse al mundo real de los distritos y los grupos. A medida que se superaron las divergencias propias de los distíntos origenes, surgieron nuevas afinidades que ya no representaban tanto a las dos ex, sino a visiones distíntas sobre el Movimiento, la sociedad, la función del dirigente voluntario y el cómo gestionar la Asociación.
La NCO sugió como una expresión de uno de esos estilos, pero si en algo le erró el vizcachazo la gente de la NCO, fue en que su interesante propuesta del principio, al verse resistida por quienes formaban un grupo similar pero no explicito, se defendió encerrándose en cada vez menor cantidad de gente. Otra vez las correrías de palacio hicieron olvidar que la propuesta para ser válida debe ser construída por la mayor cantidad de gente posible.
El cambio que no llegó
El presidente Pacho pareció entender en principio donde debería jugarse el partido y en un primer período los encuentros del Presidente con los distrítos a agenda abierta fue la nota distínta que lo diferenciaron de sus antecesores. La magnitud de la crisis y otra vez los desacuerdos palaciegos llevaron a que la agenda se desarrollara completamente en el mismo palacio.
A su llegada a la Presidencia por abrumadora mayoría, el actual Presidente encontró el mejor de los terrenos para olvidar el Palacio y salir a la calle. La consigna inicial de "una gestión basada en los grupos" parecía indicar el camino correcto y compartido por la mayoría. En ese momento, desde este blog hicimos nuestro aporte opinando que ante la gravedad del momento debía llevar a convocar la mayor cantidad de gente para construír nuevos caminos. El primer año de gestión mostró todo lo contrario, un terco encierro del consejo que comenzó a secretear reuniones que deberían ser públicas y la nula información sobre sus decisiones. Esto encontró como respuesta la apatía a involucrarse en la tarea asociativa, expresada palmariamente en la falta de propuestos a cargos directivos en la primer Asamblea. Allí no hubo ni propuestas ni ganas de discutir nada. Se cumplió con la formalidad y cada uno a su casa.
La apatía en algunos momentos (cuando se decidían indemnizaciones), fue funcional a la estrategia, pero luego, a poco de andar en esa apatía comenzó a doler. Muchos se sorprendieron al notar la falta de voluntad de los dirigentes de grupos para involucrarse en la Asociación que tanto los necesita. Pero.... ¿hubiera sido lógica otra respuesta viendo la historia anterior?
El despertar?
En estos momentos, la crisis y el peligro de perdida de nuestro patrimonio más importante más todo lo que pueda llevarse la tormenta, comenzó a generar reacciones. Reacciones que se expresaron nuevamente a través de la formación de grupos en base a afinidades, pero grupos separados al fin, con distíntas visiones sobre lo que se debería hacer.
Grupos que siempre existieron y que no responden a la lógica de los partidos políticos como se pretende hacer creer. En todo caso se parecerían más a listas internas de clubes y otras asociaciones similares. Lo nuevo en estos aspectos es que, a partir de la aparición de la llamada NCO, se blanquearon grupos que de hecho existieron siempre, agrupados en base a afinidad, amistad e ideas.
Los RIS y los REVALORIZADORES aparecieron en escena, aun no conocemos sus propuestas ni sus conclusiones, pero esto se intuye en base a conocer algunas personas que simpatizan con esos grupos. Las versiones apocalípticas sobre traiciones y planes secretos rondan los comentarios blogueros, pero ninguna con asidero cierto.
Estos grupos parecen ser solamente una forma de agruparse teniendo como punto de unión la preocupación por el particular momento asociativo. Lejos de lamentarlo, celebramos que los dirigentes encuentren espacio para pensar la asociación que se quiere. Es interesante que lo que las distíntas presidencias no tuvieron en cuenta comience a surgir espontáneamente. Mucho más interesante es que el movimiento comienza a crecer desde el pie como decía Zitarrosa.
Por esto es que consideramos un motivo de alegría que la dirigencia haya dejado de ser indiferente. Que haya comenzado a congregarse en grupos, que seria lamentable que sólo tuvieran como objetivo la busqueda de lugares en la organización. Puede ser que haya llegado el momento que tanto esperamos, el fin de la indiferencia y el paso a la acción.
Amigos blogueros, tenemos mucho por hacer, los dirigentes de país comienzan a reaccionar, el mismo Consejo Directivo está llamando a la acción. No es momento de zanjar diferencias de opinión, no es momento de buscar responsables, no es momento de seguir mirándonos el ombligo. Si sumamos esfuerzos, todos podemos hacer algo. No importa quien encabece la Asociación.
Si logramos el objetivo nuestros sueños estarán más cerca, y si no lo logramos, por lo menos podremos decirles alguna vez a nuestros hijos o a quienes nos sucedan que hicimos todo el esfuerzo posible, ellos lo comprenderan porque es posible que no tengan una Asociación con una señorial casa en Barrio Norte como sede, pero serán parte de una Asociación que en momentos acuciantes encontró un camino.