01 octubre 2005

La CRC tiene UN candidato: ¿el candidato de siempre?

Observaba y pensaba, pensaba y observaba.
¿Para qué queremos una Comisión Revisora de Cuentas?
En una de esas.... muchos lo piensan, porque por lo visto, nadie se atolondró para presentarse. Y si se tienen en cuenta los resultados... Buéh!.
Tuvo que venir un arroyo de agua fresca para revisar lo que se suponía debía haber estar revisado......justamente: Las Cuentas.

Puede ser que a los scouts nos gusten los lugares más ejecutivos, y nos cueste andar metiendo el dedito revolviendo cuentas.
Pero bueno, está en el estatuto de todas las Asociaciones Civiles y habrá que ponerle el pecho a las candidaturas.

Hasta ahora el conocido Maestro "Iñaki" Galarraga fue el único que se animó al desafío y presentó sus papeles para que lo tengan en cuenta.

La verdad que observando bien, la candidatura del hombre de Pamplona sorprende un poco.
No por la sanción recibida, una equivocación la puede tener cualquiera, y si se banca el llamado de atención reconociendo su error, listo ¿qué más hay que cuestionar?
La cuestión pasa por el raro influjo que sobre Galarraga tiene este organismo. Influjo que lo llevó a postularse en reiteradas ocasiones para el cargo, siendo reelegido por ausencia de otros postulantes una y otra vez.

Ante esto me pregunto y les pregunto queridos lectores: ¿Cual es el espiritu de que la renovación de la CRC sea cada año?. A mi me parece que lo que se busca es que sea un cargo que se refresque año a año con caras nuevas. Reeligiendo una y otra vez a la misma persona, me parece que este objetivo no se logra.

Por otro lado nuestro hermano Ernesto, hace solamente un año renunciaba aparotosamente y entre gritos y enojos con unos y otros, a su puesto en el CD, claro que eludiendo así el voto que lo podría llegar a destituír. Otros, algunos aún venciendo sus mandatos aguantaron la decisión asamblearia, casi con resignación pero con total dignidad, asumiendo sus actos y soportando que se considerara su accionar. Galarraga no estuvo entre ellos. Prefirió que no se considerara su accionar y no se votara si se iba, se fué solo y a los gritos, llegando entonces al entendible enojo cuando algún desubicado grito descalificaciones hacia él.

Pero bueno, me surge esta pregunta:
¿porqué Ernesto dejó asi su puesto en el CD?.
La indisposición por cuestiones de salud, puede ser entendible, también se usó esto como argumentación en el descargo del sonado Informe Arroyo. Argumentación que, dicho sea de paso, podría haberse utilizado antes para excusarse de sus tareas, ya que si no le era posible dedicarse a cuestiones profesionales, mal podía dedicarse a las complejidades de la secretaría del CD.
También se oyeron comentarios respecto de que alguien le hubiera propuesto declinar su cargo; pero esto no fue nunca aclarado y no sería limpio hacer especulaciones en este sentido. Tomemos lisa y llanamente las explicaciones del mismo Ernesto.

Pero entonces, si Ernesto lo estaba pasando tan mal en cuestiones de salud, ¿quien nos asegura que ahora está tan bien como para presentarse a ocupar tan importante cargo?

Decir esto no implica que se lo excluya ni que no se lo considere, pero Ernesto puede y tiene la capacidad para ocupar otros puestos de servicio al Movimiento, para los cuales su salud no sería obstaculo, y posiblemente pueda dar mucho más que como Revisor.

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