18 octubre 2005

Una apelacion.

Leídas las apelaciones a las sanciones de la CNH, surge una notable diferencia entre una y otra que no puede pasar inadvertida.

En una de ellas, la de Ernesto, el innegable lenguaje tribunalicio con que está redactada, no es obstaculo para entender que en su substancia se está reconociendo en alguna medida la falta y a la vez deja ver un pedido de disculpas por lo ocurrido.

Si bien muchos podrían no acordar con lo que se plantea, no se deja de reconocer que se utilizaron fondos de manera dudosa, es importante resaltar que al decir dudosa no estamos diciendo fraudulenta.

En el fondo la apelación a que nos referimos muestra cierto arrepentimiento y deja ver la falta de claridad con la que estos temas se trataban, lo cual ciertamente no es responsabilidad del sancionado, sino mas bien del deficiente ordenamiento administrativo y la falta de normas que ya lleva años.

Tambien se advierte una clara explicación respecto del estado de necesidad que incidió en que ocurrieran los hechos. Este punto, por sobre todo desde el punto de vista humano y de hermano scout es más que atendible. Este es el punto fundamental que deberemos tener en cuenta cuando tratemos este caso.

Muy distinta presentación tuvo la otra apelación, ya que en ningún momento se reconoce error alguno de los tantos que el Informe brindó, y encima se sugiere animosidad. De esta apelación nos ocuparemos en proximas observaciones de Kim.

Volviendo al escrito de Ernesto, desde el punto de vista cristiano tambien el valor del arrepentimiento es fundamental. Si a esto sumamos el hecho de ofrecerse a prestar servicios por si existiera alguna cuenta pendiente podemos ver claramente una limpieza del proceder que haría más dificil el mantenimento de la sanción con todo su peso.

La apelación constituyo un pedido respetuoso de reconsideración y no un intento de chicanear ni arrojar dudas sobre los miembros de la CNH, esta actitud, debe ser apreciada por la Asamblea.

Debe quedar perfectamente claro que el error exisitió y se deberán dar públicas muestras del proposito de enmienda, sin humillaciones pero con la humildad del mismo tono en que se redactó el pedido de apelación. Quizás asi una Asamblea de Scouts puede perdonar a un hermano dando claras muestras de la necesidad de un reencuentro sincero en Scouts de Argentina.

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